martes, 25 de agosto de 2009

¿por qué pedagogo? ahh, te gustan los niños!...grrr....

¿Que nos mueve a gastar nuestra energía mental, física y emocional día a día?


¿Qué sentido tiene vivir? ¿tiene un sentido?

Victor Frankl describió sus experiencias en unos campos de exterminio nazis en su libro El hombre en busca de sentido. En el, mas que centrarse en la descripción de los acontecimientos desde el punto de vista de una victima mas del horror del holocausto, se dedico a considerar que fue lo que hizo que pudiera sobrevivir a ese sufrimiento.

Hay ocasiones en que me he preguntado el por que escogí esta carrera (pedagogía) si entre mis otros gustos y habilidades pude haber elegido algo mas lucrativo o de “mayor prestigio”. De hecho, entre a la licenciatura en la UNAM a través del examen de selección, y cuando tuve que decidir que carrera solicitar, fue bastante difícil, por que solo me daban una opción; si hubiera tenido dos, como a los que provenían del sistema incorporado, hubiera dejado en manos del destino la elección entre al menos dos opciones: geografía y pedagogía, (eliminando con cierto pesar otras opciones mas), pues a veces es muy difícil tomar una decisión por miedo a equivocarse. Bueno, el caso es que estuve obligado a decidir, aun con dudas de si era lo correcto, aun que tengo cierta intuición de que es por el sendero de la educación donde podré experimentar mayor grado de autorrealización en mi vida, lo cual no es ninguna certeza, pero, dicen que lo único cierto es que vamos a morir, así que fuera de eso lo demás son probabilidades.

¿Qué sentido tiene estudiar mi carrera? Por mucho tiempo rechacé la idea de ser maestro de escuela por lo politizado que está el asunto en nuestro país y no quería ser un acarreado de dirigentes sindicales. Como pedagogo tal vez el campo es mas amplio, pero a veces me pregunto intensamente por que dejar mi energía restante (el trabajo me quita la mayor parte) en prepararme para ayudar a elevar el grado de conciencia de la gente, si diariamente veo muchos casos en los que percibo que a nuestro pueblo no quiere eso; es mucho mas cómodo seguir viéndonos como víctimas de muchos malos gobiernos y esperar ganarnos el cielo mientras hacemos como que protestamos y mucho nos quejamos. Sería mas cómodo ser un geógrafo que trabaja esencialmente con mapas y aparatos de medición, o un antropólogo físico que se ocupa de las estructuras biofisicas que llamamos cuerpos y ganando mas dinero a futuro, que andar tratando de aumentar el nivel de responsabilidad de la gente por sus vidas, pero de alguna forma estoy convencido de que mi nivel de satisfacción al final de mi vida no sería el mismo. ¿Cómo sé eso? En realidad no lo sé, solo es algún tipo de intuición. Pedagogía tiene que ver con la formación de perfiles humanos; cada perfil será diferente de acuerdo a la concepción del hombre del que parta, y siento que el poder participar en un cambio en la mentalidad de este pueblo justifica el cansancio que tengo que vencer para asistir a clase después de horas de  trabajar primero para sostenerme, dada mi situación económica; también las expectativas de gente que es importante para mi están en cierto modo defraudadas pues esperarían que ocupara ese precioso tiempo de estudio en algo de mayor reconocimiento, y se siente algo feo ver el poco valor que le dan a lo que yo creo importante en este caso, pero más allá de su opinión yo  disfruto lo que hago.

Dice Victor Frankl que en el campo de concentración no sobrevivieron los mas dotados físicamente, sino aquellos con mayor riqueza cultural, pues podían soportar mejor el tremendo hastío, que era lo verdaderamente aniquilante en los campos de trabajo forzado. Tal vez ahora no tengamos campos de concentración, pero el hastío se puede ver en la vida de mucha gente, en mayor o menor grado, descontenta con su vida pero incapaz de ver o reconocer su parte de responsabilidad en la creación de esta. He visto gente mayor que decidió, en algún momento anterior, hacer caso omiso de esa especie de voz interna que le decía que camino tomar escogiendo en su lugar algo que a ojos de la sociedad parecía mas razonable o que de plano solo siguieron lo que parecía mas lucrativo sin meterse en especulaciones morales, y ahora en la vejez desesperan por lo que no intentaron. Dicen que al momento de morir no nos lamentaremos tanto por lo que hicimos sino por lo que dejamos de hacer.

Leyendo a Frankl me doy cuenta de que trato de darle un sentido a mi trabajo; veo en las mañanas multitudes de gente que se dirigen a sus ocupaciones laborales y reflejan semblantes de fastidio, de amargura por lo que tienen que hacer. Muchos de mis antiguos compañeros de trabajo no tienen mayor propósito en sus vidas que sobrevivir, esperando que llegue el día de cobro y luego tomarse su día de ¿descanso?, mmm... no considero mucho descanso pasarme un fin de semana tras otro solo tomando alcohol para “desestresarme” como si fuera la única actividad digna de ser vivida. Me digo a mi mismo que cada trabajo en el que he estado ha sido pasajero, y no estoy destinado a pasarme el resto de mi vida a trabajar solo para medio vivir, y eso me hace tomar una actitud diferente, y he notado como se me hace mucho más ligero y me va mejor que aquellos que se la pasan renegando de su trabajo sin atreverse a dejarlo, y al decir me va mejor incluyo la forma en que me siento, la respuesta de la gente a lo que es mi servicio, “buena suerte” para evitar ciertos problemas, etc.

Creo que todos y cada uno de los seres humanos podemos imaginar y hacer posible una vida más plena que aquella con la que iniciamos, pero creo que muchos, tal vez demasiados, se han convencido de que no tienen ningún poder para cambiar su destino, y espero que aquellos que nos dedicamos a la pedagogía (yo incluido) pudiéramos encontrar maneras de ayudar a recuperar un mayor sentido de la vida a quienes lo han perdido, aunque bastante haríamos evitando que aquellos quienes aún lo poseen lo dejen morir.

1 comentario:

  1. Considero que si bien la pedagogía es un reflejo de la situación del país y su educación. Ahí tenemos la respuesta al "prestigio" o repuación que tiene la carrera, súmale, el perfil de estudiante que tiene (chicas y chicos vacíos, que van mas preocupados por maquillarse rumbo al salón que por si hicieron el mas reciente trabajo, etc, etc). Me gusto mucho eso de que no dejemos morir el sentido de la vida de las personas que aún no lo pierden, pero, ¿no estaremos pecando de optimistas?

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